El consejo comunal del sector donde vivió lleva su nombre
Emprendedora, luchadora, entusiasta, caritativa, humanitaria, bondadosa, trabajadora y alegre, así fue Carmen Blanco, quien fuese una de las fundadoras del sector Delicias Nuevas I, parroquia Ambrosio, municipio Cabimas del estado Zulia; por cuyos méritos el consejo comunal de su comunidad lleva su nombre.
Familiares y allegados del mencionado sector recuerdan que esta humilde mujer encabezaba el grupo de personas que a finales de los años 40 seguían la ideología del bienestar social para todos, siempre pensando en ayudar al prójimo.
Era la tercera de seis hermanos, en la actualidad queda con vida el menor de ellos, Pedro Blanco, quien relató que la mayor parte de su juventud transcurrió en la urbanización Miraflores, hasta que se mudaron a las Delicias Nuevas, donde desarrollaron una ardua tarea para lograr el asfaltado de las calles, alumbrado público, la remodelación del módulo de salud y el servicio de agua potable.
“Ella fue excelente hermana, madre e hija, ayudó a mi mamá a levantar a todos los hermanos menores, pues los dos mayores murieron y mi papá también falleció muy joven en un accidente de tránsito, por lo que ella a los 16 años tuvo que comenzar a trabajar como muchacha de servicio, para ayudarnos a todos nosotros”, expresó.
Esta luchadora tuvo cinco hijos, tres hembras y dos varones, quienes la recuerdan con mucho orgullo, uno de ellos, Freddy Vera Blanco señaló que les brindó una buena educación, uno de los aspectos que más le llamó la atención fue lo activa que se mantuvo hasta sus últimos días de vida, siempre pensando y trabajando en pro de los demás.
“Mi madre era lo máximo, ella a pesar de su avanzada edad se paseaba por la comunidad en su silla de ruedas, se mantuvo activa hasta lo último, se sentía orgullosa al trabajar por los demás, esa era la razón de ser de mi mamá”, manifestó entre cortadas palabras y con lágrimas en su rostro el hijo de esta gran revolucionaria mujer.
Carmen Blanco solo estudió hasta sexto grado de educación básica, para esa época acceder al sistema educativo era difícil, su formación la tuvo en manos del renombrado maestro Vicente Rojas, en la escuela Federal Nº 49. Una amiga y vecina de la infancia de esta noble luchadora, Francisca Medina indicó, “la educación en esos años tenía mucha dificultades, pero entre tantas adversidades nos convertimos en personas serias y responsables”.
Tampoco existían los liceos en esta ciudad, por lo que pocos podían ingresar al denominado bachillerato, solo aquellos pocos que tenían dinero y podían trasladarse hasta Maracaibo, fue en 1944, cuando se fundó el liceo Hermágoras Chávez, rememoró el hermano de la activista social.
Parte de la visión socialista de Carmen Blanco la llevó junto a otros vecinos del sector como Miguel Adriani, César Adriani, entre otros, a luchar para que la comunidad tuviese la educación a la que ellos no pudieron acceder por falta de recursos económicos.
La parrandera
Otra de las características que distinguió a Carmen Blanco en esta comunidad fue su espíritu alegre, hoy en día la recuerdan como el alma de las reuniones en esta comunidad y las fiestas familiares, uno de sus sobrinos, Urbano Blanco recordó “mi tía era muy entusiasta, en carnaval ella se disfrazaba y en las fiestas era bailar y bailar, también en diciembre armábamos las parrandas en el frente de la casa”.
Su cuñada, Eduviges de Blanco, comentó lo alegre que era la señora Carmen, “además de humanitaria y servicial, era la que formaba los bochinches, una vez se disfrazó de negrita, y ahí gozamos demasiado, era el alma de las fiestas”.
Su comadre, Ana de Vera dijo “Carmen era muy tratable, a mi no me gustaban mucho las parrandas, por eso no la acompañaba mucho, pero mis hijos si, no faltaban a ninguna fiesta que ella organizara, el baile le encantaba, no paraba en toda la noche”.
Otra de sus iniciativas fueron las fiestas navideñas, fue la que inició con la tradición de los pesebres en las calles, para que la comunidad sintiera el espíritu navideño, principalmente los niños del sector.
Grandes logros
El hermano menor de la señora Carmen, Pedro Blanco trajo a su mente varias anécdotas, que en la actualidad se cuentan con mucha risa, pero que en la época fueron bastante duras y hasta peligrosas, sin embargo, sirvieron para consolidar en gran parte a este sector cabimense.
“Una de las principales lucha fue por el agua potable, que llegaba hasta la carretera H, por lo que fuimos a la empresa Shell, les pedimos unos tubos, pero como nos faltaron, tomamos otros sin permiso, y hasta presos fuimos a dar, pero se comprobó que eran desechos de la compañía”, relató.
Al notar los beneficios del trabajo para el beneficio colectivo, los demás vecinos fueron colaborando, otro logro fue el alumbrado público, el cual también lo trajeron de la carretera H, “a través de cables y troncos de árboles, esto lo hacíamos los domingos, en esa época no tuvimos apoyo del gobierno, solo trabajamos la comunidad para el beneficio común”.
La reconstrucción del antiguo dispensario, actualmente es el ambulatorio Delicias Nuevas I, “ahí existieron muchos problemas, porque querían trasladarlo, pero entre mi hermana, mi persona y María Cordones luchamos con la Junta Socio Sanitaria para su reconstrucción y bastante que nos beneficiamos”, relató Blanco.
Esta gran luchadora dejó de existir físicamente el 21 de junio de 2007, a los 85 años de edad, pero su legado quedó tanto en su familia, como en los vecinos de esta comunidad, quienes decidieron colocar su nombre a la organización vecinal que los agrupa como forma de homenajearla por todo lo que en vida hizo para el beneficio de todos los habitantes de este sector.
Investigación:
Estudiantes Comunicación Social sección (1)
aldea universitaria ETCR Hermágoras Chávez.
Edición:
Docente Proyecto III. Lcdo. Henry Rodríguez
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